Narra Alex.
El
sonido de la alarma de mi móvil me despertó. Mierda, las nueve y media. Debía
estar en la academia a las 11, pero antes debía comprar algunas cosas
necesarias, preparar la guitarra y coger los papeles de la beca para la admisión
en la escuela de música. La Tech Music
School Londinense me esperaba.
Cepillé
mis dientes a la velocidad de la luz, desenredé los nudos de mi cabello y volví
de nuevo a mi habitación a escoger la ropa. Me decanté por unos simples jeans
rasgados con una camiseta de los Ramones. Calcé mis converse negras desgastadas
y corrí hacia la cocina. Una sonriente Nicole me miraba sonriendo con una taza
y dos cruasanes en una bandeja, a su lado, en la encimera.
-¿Para
mí? –Pregunté con la respiración aún agitada.
-Sí.
¿Ves que buena soy a veces? –Empezó a pestañear rápido, poniendo una sonrisa de
inocente.
-¿Quieres
algo a cambio o solo es una muestra de cariño mañanera? –Pregunté riendo.
-Nada
de eso, es que no daba dormido, y como me aburría te preparé el desayuno.
-¿Tengo
que darte las gracias? –Solté una carcajada mientras empezaba a comer el
cruasán.
-Claro.
-Ah,
pues entonces gracias. –Dije seca, pero a los diez segundos empezamos a reír.
Después
de recoger y despedirme de Nicole y Abie, la cual se levantaba ahora, salí por
la puerta para coger un taxi. Después de una media hora de trayecto, por fin
llegamos al edificio de la Tech Music
School. Al entrar en recepción, un chico de unos veintisiete años me miró
sonriente, mientras organizaba papeles de su mesa.
-Bienvenida
a Tech Music School. –Dijo desde
detrás del mostrador. -¿Puedo ayudarla en algo?
-Soy
Alexandra Fernández, vengo desde Dallas, Texas, con una beca. –Contesté,
sacando todos los papeles con el certificado de la beca.
-¡Oh!
Por supuesto, ya me olvidaba que hoy llegaba usted. Bueno, déjeme meter todos
sus datos. Mientras siéntese en los sillones de allí, cuando acabe la avisaré.
–Asentí dejando todos los documentos sobre su mesa, para después acomodarme en
los sillones negros en una especie de salita de espera.
Mientras
esperaba cogí mi móvil. Mi twitter estaba lleno de menciones sobre mi relación
con Harry, si éramos novios o solo amigos, y demás. Me sorprendieron algunas
chicas que me insultaban, muchas quizá. ¿Por qué me juzgan si ni me conocen?
Duele.
-Bienvenida
a la Tech Music School. –Dijo el
chico de antes, provocando que levantara la cabeza.
-¿En qué puedo ayudarla?
–Le preguntó a una chica de pelo corto y reflejos rojos, algo bajita, que
cargaba una cantidad de papeles parecida a la mía de antes.
-Me
llamo Harriet Mallette, vengo desde Ottawa, Canadá, con una beca. –Dijo casi en
susurro, repitiendo la misma acción que yo de dejar los papeles sobre la mesa.
-Perfecto.
Bueno, mientras hago todo el papeleo, puedes sentarte allí, junto a aquella
chica. –Hizo un gesto con su cabeza hacia mi dirección, para que la chica se
fijase en mi presencia. Asintió con la cabeza para luego sentarse un poco
alejada de mí, cogiendo también el móvil.
-Desde
Ottawa, entonces. –Dije, intentando capturar su atención.
-Sí.
–Sonrió tímida.
-Me
llamo Alexandra, pero puedes llamarme Lexie o Alex. –Le sonreí, extrendiendo mi
mano como saludo. –Vengo desde Dallas, Texas.
-Encantada
Alex, yo soy Harriet. –Asentí.
-¿Qué
cursos vas a hacer?
-Vocales,
piano y composición, ¿tú?
-Vocales,
composición y guitarra. Espero que coincidamos en las mismas clases. Así
conoceré a alguien de aquí.
-¿Conoces
a alguien aquí en Londres?
-Sí, ya
hice un par de amigas aquí, mi compañera de piso y… -¡One Direction! No Alex,
no. -…unos amigos que hicimos en una fiesta. ¿Y tú?
-Em…
-Pareció dudar. –No.
-No
pareces muy segura. –Reí. Al ver que se tensaba su cuerpo, decidí calmarla. –Es
broma tonta, nos acabamos de conocer, no te voy a pedir que me cuentes toda tu
vida. –Reí, y ella conmigo. –Si te apetece, un día de estos te presento a mis
amigas, así ya no estarás tan sola.
-Me
encantaría. –Sonrió. -¿Y cuántos años tienes?
-Diecinueve.
¿Tú?
-Dieciocho.
–Suspiró. –Vaya, siempre me toca ser la pequeña. –Reímos.
-Señoritas,
el papeleo está listo. –Dijo divertido el chico desde detrás del mostrador. Nos
levantamos de nuestros asientos para dirigirnos hacia el chico. –En quince
minutos empieza la clase de canto, en la cual coincidís las dos. Dirigíos al
estudio 106, allí os estará esperando la profesora Melinda. –Nos sonrió.
–Cualquier problema, venid aquí. Me llamo Mike.
-Encantada
Mike. –Dijimos Harriet y yo al unísono. Reímos por la coincidencia y empezamos
a investigar los largos pasillos con fotos colgadas en ellos. Había algunas
fotos con famosos como Adele, Olly Murs, Rita Ora…
Realmente
me encantaba este sitio.
“Estudio
106”. La puerta estaba abierta, dejando ver un pequeño escenario con sillas
alrededor de este. Como el típico salón de actos del instituto.
-¡Bienvenidas!
–Nos sorprendió la voz de una mujer joven desde una esquina del escenario.
–¿Sois alumnas?
-Me
llamo Alex Fernández. Y ella es Harriet. –Contesté por ella, al ver que no iba
a abrir la boca.
–Nos inscribimos en clases vocales. Mike, el recepcionista nos
dijo que viniéramos aquí.
Narra Harriet.
Desperté
cinco minutos antes de que mi alarma sonase. Ayer, la “cita” o lo que quiera
que hubiese sido eso con Niall había estado genial. Paseamos hasta Oxford
Circus, donde entramos en la M&M’s World. Niall me compró un peluche del
logo de M&M, según él para que lo perdonase por llegar tarde. Amablemente
me pagó el viaje de vuelta a casa en taxi, también como perdón por su retraso.
Después
de ducharme me vestí con un sencillo vestido azul marino de manga larga, con
escote en “V”, ajustado en el pecho, que caía en vuelo hasta la parte alta de
mis muslos. Calcé mis Vans marrones, cogí mi bandolera de cuero con todos los
papeles de la beca junto la tarjeta del metro y salí de casa.
Unas
cuantas paradas de metro después, y cinco minutos caminando, ya estaba delante
de la Tech Music School. Al entrar en el hall, me acerqué hacia el chico de
unos veintisiete años sentado detrás del mostrados, organizando unos papeles.
Levantó la vista cuando la puerta se cerró del todo para dedicarme una sincera
sonrisa.
-Bienvenida
a la Tech Music School. ¿En qué puedo
ayudarla?
-Me
llamo Harriet Mallette, vengo desde Ottawa, Canadá, con una beca. –Susurré. A
veces odiaba mucho mi timidez. Dejé los papeles de la beca junto a la mesa, al
lado de todo el montón de folios junto al ordenador.
-Perfecto.
Bueno, mientras hago todo el papeleo, puedes sentarte allí, junto a aquella
chica. –Con la cabeza señaló a una chica rubia, de ojos azules, más o menos de
mi edad, que nos miraba atentamente. Me acerqué junto a ella, un metro más
alejada de ella aproximadamente, fingiendo estar entretenida con mi móvil.
-Desde
Ottawa, entonces. –Dijo mi compañera de asiento.
-Sí. –Sonreí
tímida.
-Me
llamo Alexandra, pero puedes llamarme Lexie o Alex. –Me dedicó una sincera
sonrisa, mientras extendía su mano como saludo. –Vengo desde Dallas, Texas.
-Encantada
Alex, yo soy Harriet. –Movió la cabeza en señal de afirmación, sin eliminar esa
sonrisa de la cara.
-¿Qué
cursos vas a hacer?
-Vocales,
piano y composición, ¿tú?
-Vocales,
composición y guitarra. Espero que coincidamos en las mismas clases. Así
conoceré a alguien de aquí de la academia.
-¿Conoces
a alguien aquí en Londres?
-Sí, ya
hice un par de amigas aquí, mi compañera de piso y… -Pareció meditar unos
segundos lo que iba a decir. -…unos amigos que hicimos en una fiesta. ¿Y tú?
-Em…
-¿Conoces a Niall Horan, de One Direction? ¡Pues me he estado viendo con él
estas tardes! No Harriet, mal. –No.
-No
pareces muy segura. –Rio. Me tensé un poco, ¿y si descubre que conozco a Niall
Horan, y es directioner, y me pide que se lo presente? Niall pensaría que solo me interesa su fama. Entonces adiós Niall, y hola soledad. –Es broma tonta, nos
acabamos de conocer, no te voy a pedir que me cuentes toda tu vida. –Dijo en un
intento de calmarme. –Si te apetece, un día de estos te presento a mis amigas,
así ya no estarás tan sola.
-Me
encantaría. –Sonreí. -¿Y cuántos años tienes?
-Diecinueve.
¿Tú?
-Dieciocho.
–Suspiré. –Vaya, siempre me toca ser la pequeña. –De mi grupo de amigas,
siempre era la más pequeña. Al nacer en diciembre, es lo que tocaba.
-Señoritas,
el papeleo está listo. –Dijo divertido el chico desde detrás del mostrador. Nos
levantamos de nuestros asientos para dirigirnos hacia el chico. –En quince
minutos empieza la clase de canto, en la cual coincidís las dos. Dirigíos al
estudio 106, allí os estará esperando la profesora Melinda. –Nos sonrió.
–Cualquier problema, venid aquí. Me llamo Mike.
-Encantada
Mike. –Dijimos Alex y yo al unísono. Reímos por la coincidencia y empezamos a
investigar los largos pasillos con fotos colgadas en ellos. Vi una foto en la
que salían Olly Murs junto a un grupo de alumnos. Fangirleé un poco, ya que a
Olly siempre lo llevaría en mi corazón.
“Estudio
106”. La puerta estaba abierta, dejando ver un pequeño escenario con sillas
alrededor de este. Como el típico salón de actos del instituto.
-¡Bienvenidas!
–Nos sorprendió la voz de una mujer joven desde una esquina del escenario.
–¿Sois alumnas?
-Me
llamo Alex Fernández. Y ella es Harriet. –Habló Alex por mí, al ver que yo no
abría la boca. –Nos inscribimos en clases vocales. Mike, el recepcionista, nos
dijo que viniéramos aquí.
-¡Perfecto!
Más alumnos. –Dijo eufórica. –Yo soy Melinda, pero podéis llamarme Mel. Subid
aquí, por favor. –Nos indicó señalando el pequeño escenario. –Chicas, estes
serán vuestros futuros compañeros. –Nos indicó señalando al pequeño grupo de
unas cinco personas allí. Estas aplaudieron, algunos haciendo el tonto. –Sentaos
por favor en uno de los asientos. Ahora pasaré lista, luego hablaremos un poco
de la programación del curso para explicarle a las dos alumnas nuevas y listo.
Os dejaré el tiempo que sobre para poder conversar o hacer lo que queráis.
-Perdona,
Mel. –Interrumpió Alex. –Nosotras, los horarios, ¿dónde los miramos?
-En el
hall, donde está Mike, hay un tablero. Allí están los horarios de todas las
clases que hay. Vosotras tenéis que mirar las clases de Grado 1.
-Gracias.
–Finalizó Alex.
-Bueno,
ahora pasaré lista. Holly Anniston, Ariana Devlin, Alexandra Fernández,
Harriet Mallette, Luke Phillips, Mark Vent y Thomas Wyle. –A cada persona que
decía, cada uno emitía un “presente” o un “sí”. Me fijé en cada uno. Holly,
pelo ligeramente azulado, que caía en ondas hasta sus hombros, ojos celestes y
labios rosados, y Ariana, pelo castaño, que caía liso hasta sus hombros, ojos
azules y labios finos curvados en una pequeña sonrisa, parecían de nuestra
edad. En cambio, Luke, pelo corto rubio peinado en punta, ojos marrones y
robusto, Mark, parecido a Luke solo que su pelo cambiaba la tonalidad a una más
oscura y sus ojos son de color negro como la noche, y Thomas, pelo liso, con el
mismo peinado que Liam Payne lucía en The X Factor, y ojos marrones verdosos,
aparentaban unos años más que nosotras.
Melinda comenzó a explicarnos sobre qué haríamos en la Tech
Music School. A parte de preparar nuestras voces, conseguir tonalidades mejores
y resultados mejorados, participaríamos todo el grupo en una actuación junto a
las demás clases “mostrando” nuestro talento. A parte de enseñar nuestras voces
y talentos, también podríamos obtener un trabajo, ya que algunos productores de
música e incluso cantantes famosos estarían en el acto.
-Bueno chicos, queda una media hora para la siguiente clase.
Os la dejo libre. Os recomendaría ir al hall a mirar vuestros horarios, chicas.
–Nos aconsejó Mel a mí y a Alex. –Ariana, Holly, ¿acompañaríais al hall a las
chicas, por favor?
-Claro Mel. –Contestó con una sonrisa Ariana. Recogimos
nuestras respectivas pertenencias para recorrer los pasillos de la Tech.
-¿De dónde venís? –Nos preguntó Holly.
-Yo desde Dallas, Texas.
-Y yo desde Ottawa, Canadá.
-Vaya, eso sí que es lejos. Yo desde Cambridge, y Holly
desde Oxford. ¿Cuántos años tenéis? –Preguntó Ariana esta vez. –Perdón por el
interrogatorio, pero es que necesitamos conoceros. –Reímos.
-Yo dieciocho. –Contesté primera.
-Y yo diecinueve. ¿Vosotras, chicas?
-Diecisiete las dos.
-Mira Harriet, ya no eres la más pequeña.
-¡Aleluya!
Narra Nicole.
Me desperté más temprano de lo habitual. ¿Razón? Ni idea.
Era raro en mí, ya que era una amante del dormir. Como Alex y Abie aún no
estaban levantadas, decidí entretenerme preparando el desayuno para todas. Cogí
unos seis cruasanes, repartí en tres platos dos para cada una y preparé una
taza de café para mí. Comencé a escuchar ruidos en la planta de arriba, por lo
que decidí preparar otro café para mi compañera de piso. Minutos después, una
adormilada Alex apareció por la puerta de la cocina.
-¿Para
mí? –Preguntó mirando con duda los cruasanes y el café.
-Sí.
¿Ves que buena soy a veces? –Empecé a pestañear rápido, poniendo mi mejor cara
de niña inocente.
-¿Quieres
algo a cambio o solo es una muestra de cariño mañanera? –Preguntó de nuevo riendo.
-Nada
de eso, es que no daba dormido, y como me aburría te preparé el desayuno.
–Admití.
-¿Tengo
que darte las gracias? –Soltó una carcajada mientras empezaba a comer el
cruasán.
-Claro.
-Ah,
pues entonces gracias. –Dijo seca, pero a los diez segundos empezamos a reír.
Después
de recoger todo, mientras Alex se ponía el abrigo y se despedía de mí con la
mano, y de Abie, la cual bajaba por las escaleras con una pinta de zombie que
no podía con ella, me dirigí a mi habitación para empezar a vestirme.
-Buenos
días dormilona. Tu desayuno te espera en la cocina. –Le dije a Abie cuando me
crucé con ella por las escaleras después de darle un pequeño beso en la
mejilla.
-Gracias.
Al
entrar en mi cuarto, recoger todo un poco, hacer la cama y cepillarme el pelo,
me vestí con una sudadera blanca con el escudo de mi equipo de fútbol de Milán
en el centro, unos leggins negros y mis converse blancas ya gastadas. Cogí mi
móvil y bajé de nuevo a la cocina.
-¿Y esa
pinta de zombie que tienes tú hoy? –Le pregunté a Abie suprimiendo una risa.
-¡Anda!
Si la otra se ha levantado graciosilla.
-Tonta,
sabes que es broma. Si te das prisa, me acompañas a hacer los recados todos.
Tenemos que hacer la compra y hacer una larga parada en Oxford Street. Necesito
una larga sesión de compras antes de que empiece en la academia. –Alargué la
“a” de “larga” mientras hacía muecas con mi cara.
-Lo
siento Nicole, tengo que ir al mercado de Covent Garden. Los chicos me han
dicho que hay un están donde se venden Polaroids originales, y hay muchísimos
puestos de cuadros y vinilos. [Dato real].
-Lo sé,
lo sé. En Milán tengo una de esas, me la regaló mi tía en una de sus visitas a
Milán.
-¿Familia
en Londres?
-Sí,
Carlotta Espoletto. De ahí viene el nombre de mi hermana. En mi familia, esto
de heredar nombres está muy de moda.
-Bueno,
pues perdón por dejarte sola, pero ya sabes, mi deber me llama. –Asentí,
mientras depositaba un beso en la mejilla de mi compañera para después salir de
casa.
***
-¿Eleanor? –Pregunté por teléfono mientras bajaba de mi taxi, ya en Oxford Street.
-Eleanor
al habla. ¿Quién?
-Soy
Nicole… La… La novia de Louis… -Tartamudeé. ¿Y si no quería?
-¡Oh,
Nicole! ¿Qué tal?
-Bien,
bien. Bueno… Me preguntaba si te gustarían dos horas intensivas de compras por
Oxford
Street.
-¿Cómo
voy a negar eso? –Soltó una risita. –Me encantaría. ¿Quedamos en el Starbucks
al lado de la estación de Oxford Circus en veinte minutos?
-Aquí
te espero, Eleanor.
-Llámame
Els, Nicole.
-Pues,
aquí te espero, Els. –Y colgué riendo.
***
-Oh
Dios, mira esto. –Mi castaña amiga elevó una percha con un top de New Look
blanco con pequeñas calaveras como estampado. –Te quedaría genial.
-¡Esta
camiseta la tienes tú! Tuve una foto tuya y Lou de fondo de pantalla en la que
salías con esta camiseta. –Señalé una camiseta de color camuflaje, con pequeñas
tachuelas por los hombros.
-Sip.
–Alargó la “p” del final, mientras me miraba sonriendo.-No me extraña que Louis
se enamorase de ti. Eres un cielo.
-Muchas
gracias Els, tú también eres una chica maravillosa. –Me sonrió, gesto que le
correspondí.
***
Tras
otra hora de compras por Oxford Streer, Eleanor me dejó delante de mi casa, ya
que ella había venido en su coche. Le di las gracias de nuevo y, después de
prometer que volveríamos a tener otra salida como esta, entré en casa.
-¡He
vuelto! ¿Abie? Adivina con quién he estado. –Hablaba en voz alta, mientras
dejaba las bolsas en el salón y me quitaba el abrigo. -¿Abigail Dawson? Oye,
que te puedo llamar en italiano si te apetece. ¿Abigail señorita de Liam Pay…
-Me callé al entrar en la cocina, al ver a tres cabelleras allí sentadas,
mirándome con una sonrisa.
-Zanahoria
mía. –Dijo mi novio antes de besar mis labios. -¿Con quién has estado? No soy
adivino. –Sonrió.
-¿Cómo
habéis entrado? –Le lancé una mirada rápida a Niall, Zayn y Louis, tratando de
parecer indignada.
-Llave
que se olvidó Alex en casa de Larry Stylinson. –Explicó Zayn, agitando un
manojo de llaves con una gran “A” con brillantitos como llavero.
-Os
puedo denunciar por allanamiento de morada. –Traté de parecer seria, pero
enseguida empezamos a reír.
-Y
dime, ¿con quién has estado? –Preguntó de nuevo Louis, volviéndose un poco más
serio.
-Uh,
Tomlinson está celoso. –Niall trató de poner voz aguda, pero lo único que
consiguió fue un golpe en el hombro por parte de Louis.
-Pues…
Tan, tan, tan, chán. Con la mismísima Eleanor Jane Calder. –Por la cara de
Louis, Zayn, Niall y yo empezamos a reír descontroladamente. –Jesús, ni que
hubiera estado con el mismísimo demonio.
-No,
no, no. –Se excusó Louis rápidamente. –Es que mi exnovia y mi novia juntas, eso
da… miedo. –Niall y Zayn rieron más fuerte, y yo deposité un rápido beso en sus
labios.
-Tranquilo,
no hablamos mucho de ti. Pero te aviso de que quedaremos muy pronto, y tú estás
invitado. Las dos sabemos que te apasionan las compras.
-¿Habéis
estado de compras mientras yo me encargaba de despertar a la marmota llamada
Zayn Malik? Que parece un oso hibernando, no se levanta ni gritándole al oído.
–Protestó él.
-¿Y
Leeyum y Harold? –Pregunté riendo aún.
-Leeyum
y Harold en una entrevista con la BBC. –Aclaró Niall. –Nosotros nos tomamos el
día libre.
-¿Y
Olive? ¿Ya está en la audición?
Narra Olive.
Las
7:00 a.m.. Me levanté de un salto de la cama, para luego entrar en el baño,
darme una ducha, vestirme y recogerme el pelo en un moño algo deshecho. Cogí la ropa de ballet junto a mis zapatillas
de punta, las metí en la bolsa rápidamente y me dirigí a la habitación de
Nialler. Tal y como me
imaginaba, seguía durmiendo.
-It’s time
to get up, in the morning. You must drive to Covent Garden with me, just with
me. You’ll drive 1 mile just to go with me. So you better get up, little
leprechaun. –Cantaba en susurrus, cerca de su oreja, versionando la canción “Time
To Get Up”, que le cantaran Liam, Louis y Niall en la época de The X Factor, para
despertar a Zayn y Harry. –SO WE GOTTA GET UP NIALLER! –Empecé a saltar encima
de su cama, mientras seguía cantando y haciendo el tonto, hasta que tiró de mi
tobillo y caí a su lado en la cama.
-Tranquila fiera, ya me he despertado. –Dijo aún con los
ojos cerrados, riendo. –Creo que hice mal en enseñarte aquel vídeo.
-Bueno, pues tú decides. O te canto Time To Get Up o te tiro
agua encima.
-Elijo la idea de poner despertador.
-Mejor. –Besé su mejilla, y después de levantarme de un salto
de la cama, retiré las sábanas de su cama, dejando a la vista un Niall en
bóxers con una camiseta blanca como pijama. –Pensé que el que dormía en
calzoncillos era Harold.
-Yo llevo camiseta. –Se excusó.
-Mejor. –Repetí. –Si no tendré la tentación de violarte.
¡Uh, no! ¡Que tú ya eres propiedad de Harriet! –Me lanzó una mirada asesina,
para luego sacarme la lengua como un niño pequeño. –Madura, Horan.
-Nunca, duendecilla pelirroja.
-Vístete pronto, prometiste llevarme a la Royal Academy, y
tengo que estar allí a las nueve menos cuarto. Son las ocho. ¡Rápido Niall
James Horan Gallagher!
***
-Relájate Olive, todo saldrá genial. Harás las pruebas
perfectamente, ya verás. No he visto a nadie bailar mejor que tú ballet.
-Nialler, tú nunca has ido a una actuación del Lago de Los
Cisnes, ¿no?
-Um… No. –Suspiré.
-Deséame suerte.
-Rómpete una pierna. –Y cerré la puerta.
Al entrar en el hall, un largo pasillo se extendía delante
de mí, con fotografías a los lados de
bailarines famosos que pasaron por la
escuela. A mi izquierda, se encontraba una pequeña tienda de regalos temáticos
de la academia.
-Bienvenida, señorita. ¿Usted es Olive Louise O’Connor?
-Sí, vengo por las –Me interrumpió.
-Las audiciones. Sí. La esperábamos, solo falta usted y una
chica más. Por favor, entre por esa puerta, y a su derecha verá cinco salas, la
última será donde se audicionen, en la primera y la segunda son los vestuarios
y en la cuarta podrá calentar. Mucha suerte. –La chica, más o menos de unos 25
años, me abrió una puerta a la derecha del mostrador.
Al acabar de cambiar mis pantalones vaqueros por las mallas
y mis converse por las zapatillas de puntas, me dirigí a la zona de
calentamiento. Entrar allí me sorprendió mucho, la verdad. Unas cincuenta
chicas, notablemente más preparadas que yo, ensayaban pasos complicados junto
una barra de madera, al lado del espejo. ¿Y pensabas, Olive, que tenías
posibilidades? Ni en sueños, monada.
Cuarenta minutos después, quedábamos aún veinticinco chicas
en la sala. Alguna de las que ya entraban, salían llorando, o con la cabeza
baja, o simplemente serias. Solo dos o tres salían con una sonrisa en la cara.
¿Pero si no daban los resultados hasta dentro de dos días, qué tan contentas
salen?
-Olive Louise O’Connor. –Llamó una de las profesoras de la
Royal.
Entré en la sala detrás de la profesora. Una sala enorme,
con el suelo de parqué y una mesa en una de las esquinas, en la que se
encontraban dos profesores y tres profesoras de la Royal. Según rumores, uno de
los dos profesores era el más duro y el que ponía las cualificaciones más
bajas.
Allá vamos Olive. Ánimo.
PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN.
Lo siento por tardar tanto en subir :C Casi no toqué el ordenador estos días, y no tuve tiempo de continuar el capítulo. :S También lo siento porque este capítulo sea tan mierda, ya que no pasa nada interesante, pero prometo que vendrán cosas con más drama en breve JAJAJAJA
Perdón, de nuevo, por hacer este capítulo en dos partes. La siguiente parte la subiré cuanto antes, pero prometo que antes del domingo estará terminada :3
Os quiero muchísimo a todas, gracias por leer mi fanfic, sin vosotras no continuaría más de 3 capítulos :")
P.D.: Sarai, mi testamento en el epílogo de HWGA estará cuanto antes, ¡perdón por el retraso! Jajaja
Love ya, Lex. xx
POR FIIIIIN!!!!'
ResponderEliminarNo digas que es mierda porque es mentira y no digas eso.
Bueno que me ha encantado este capitulo como todos y que sigaa asi porque se esta poniendo muy muy interesante.
Love u xxx Lex
-Pau :3
Graaaaaacias Pau :DD Espero subir antes del viernes :) Estos días no tengo mucho tiempo, sorry D:
EliminarLove ya, Lex. xx
¡Si que es interesante! ¡Yo quiero saber como le va a Olive en sus audiciones! :)
ResponderEliminarEchaba de menos leer tu fic, debo admitir y ajhfvbdhjgvs ha sido un capítulo tan chachi como los demás. Me ha matado la manera de despertar a Nialler, he cantado en alto y todo (sí, mi familia me miraba raro)
En fin, nada más. Espero que subas prontito y bla, bla, bla, todas esas cositas que se suelen decir.
P.D.: No importa que el testamento llegue con retraso.
Love you. <3
Ey ey ey ey, me ha dicho pauly que dejabas tu novela, eh pues no! Que me encanta! Es una de mis favoritas! Asi que bitch sigue la novela.
ResponderEliminarPD: Soy Aitana jajaja, por cierto escribo una novela, aqui el link: willbeyoungforever-fic.com